PINCELADAS PARA LA CONVIVENCIA. José Antonio Gálvez Velasco

Transcripción

1 PINCELADAS PARA LA CONVIVENCIA José Antonio Gálvez Velasco

2 La presente edición ha sido revisada atendiendo a las normas vigentes de nuestra lengua, recogidas por la Real Academia Española en el Diccionario de la lengua española (2014), Ortografía de la lengua española (2010), Nueva gramática de la lengua española (2009) y Diccionario panhispánico de dudas (2005). Pinceladas para la convivencia José Antonio Gálvez Velasco ISBN: Depósito legal: A Edita: Editorial Club Universitario. Telf.: C/ Decano, n.º San Vicente (Alicante) ecu@ecu.fm Printed in Spain Imprime: Imprenta Gamma. Telf.: C/ Cottolengo, n.º San Vicente (Alicante) gamma@gamma.fm Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.

3 A mi mujer con todo mi amor. Gracias por tanta vida y tanto amor compartido.

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5 Nuestro comportamiento hacia los demás casi siempre suele ser el reflejo del trato que cada uno se da a sí mismo. El autor

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7 PRÓLOGO Este, como mis otros dos libros publicados, han sido para mí como pequeñas grandes aventuras hacia mi encuentro y liberación, hacia mi propio conocimiento y descubrimiento, para, así, llegar a disfrutar más y más de la vida de mi vida, por lo que al escribirlos yo soy su primer beneficiado. Prácticamente, casi todo lo que escribo es algo que forma parte de mí mismo, un poco de lo que a través de mis pasos he ido descubriendo, experimentando y viviendo. En este libro, no os ofrezco ningún tratado sobre la convivencia, entre otras razones porque no sabría cómo hacerlo, debido a que mis conocimientos sobre ella, y sobre otros temas de la vida, son más bien sencillos, y de sentido común. Solo deseo transmitiros algo de lo que a través de mi recorrido diario he ido viendo, observando y escuchando, pero, por encima de todo, algo de lo que yo he ido experimentando en mi vida. También quiero deciros que en mis años vividos, y con respecto a la convivencia, he tenido experiencias y vivencias de diversa índole, la mayoría muy bellas y gratificantes; pero también he podido ver y experimentar que incluso desde el amor y la mejor voluntad, en ocasiones, la convivencia se torna complicada y difícil, por lo que deberíamos asumir dicha realidad y prepararnos para ello. 9

8 Sin duda, en el camino de la vida de cada persona, son muchas las lecciones que se nos presentan, recibiendo algunas de ellas de donde menos lo esperamos, y si bien nunca dejamos de aprender, y no es fácil asimilar el contenido de toda lección, hemos de procurar que nuestro aprendizaje, aunque lento en ocasiones, se vaya consolidando, para nuestro propio bien y para el bien de los demás. No todos tenemos la misma capacidad de entendimiento, de asimilación, ni de consolidación en el aprendizaje, pero es muy importante que tengamos voluntad real de aprender para mejorar en la relación con nosotros mismos y en toda relación con los demás. Pero, de todas las lecciones, la más bella e importante es aprender a amarnos de verdad para poder así alcanzar una mayor capacidad de comunicación y respeto. El amor, fuere cual fuere su grado e intensidad, tendría que estar por encima de las formas y las palabras para aprender a ver a través del corazón, y poder así fomentar una actitud positiva para aceptarnos diferentes, porque, de lo contrario, pondremos dificultades para nuestro encuentro y conocimiento, incapacitándonos en gran medida para amarnos y para amar a los demás. Porque, cuando hacemos algo que nace del corazón, no entiendo por qué en no pocas ocasiones, hemos de tener tanto cuidado en cómo lo hacemos para que sea lo más «correcto y perfecto» posible, rompiendo toda espontaneidad y naturalidad; igual que cuando decimos algo, porque, dependiendo de cómo lo hacemos y de cómo lo decimos, la convivencia puede verse afectada. Confieso que apenas si lo entiendo, pues siendo como es, que tanto lo que decimos como lo que hacemos nace del co- 10

9 razón, en un marco de amor y cariño, y entre personas que de alguna manera se están queriendo, cómo puede en algunas ocasiones dar como fruto una realidad tan negativa? Cuánto nos complicamos la vida, siendo como es, que disponemos de un potencial positivo tan abundante como es el amor. Las mayores y más «tontas» dificultades y contratiempos de toda relación surgen por la cortedad de nuestra mente, por la «ceguera» de nuestro corazón, pero, por encima de todo, por nuestra falta de amor. Desde mis pensamientos y reflexiones, desde mis experiencias y vivencias, no pretendo dar lecciones a nadie, ni decirles lo que es mejor ni lo que tienen que hacer, porque, entre otras razones, lo que a mí me sirve para mejorar la convivencia conmigo mismo y con los que me relaciono, lo que a mí me sirve para ir llenando mi vida de vida, y me ayuda a encontrarme con la felicidad, es posible que a los demás o a la mayoría no les sirva, al menos en la medida que lo hace conmigo. Solo invito a la reflexión para que cada uno, desde la realidad de su camino, y fueren cuales fueren sus circunstancias, pueda encontrarse consigo mismo, con su verdad, con la felicidad, y así poder llenar de vida su vida, para que, alcanzando una mayor armonía, pueda estar en disposición de trasladar esa estabilidad a los pasos de su camino, a su relación con los demás. Para vivir con nosotros mismos, y para que toda convivencia mejore, no necesitamos ni hacerlo todo bien, ni que todo nos salga según queremos, ni tan siquiera mejorar cada día; tan solo necesitamos ir consolidando nuestra comprensión y respeto ante cualquier circunstancia o realidad del camino, tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás. 11

10 Y, para ello, también necesitamos contar con la sabiduría; que ella forme parte de nuestra vida y nos ilumine con su luz; porque en la vida no es cuestión de más o menos conocimientos, ni de tener lo que no tenemos, ni ser unos genios de la ciencia y la tecnología, porque no existe mayor genialidad que, desde las cosas pequeñas de nuestro recorrido diario, llegar a encontrarnos con la grandeza de la sencillez, con la belleza de nuestro corazón, con la sonrisa de la vida. Algunos o muchos no estarán de acuerdo con parte o con la mayoría de los pensamientos y vivencias que aquí reflejo, y me parece normal. Yo solo deseo que a alguna o algunas personas de las que lo necesiten y buscan luz para su camino les sirva alguna de mis «pinceladas para la convivencia». Cómo me gustaría que cada persona, desde donde está, desde lo que tiene, y desde lo que hace, se sintiera realmente feliz, libre y llena de vida, porque esa realidad mejoraría su propia convivencia, y le ayudaría a mejorar cualquier otra. Yo, desde el camino que recorro cada día, y conforme voy encontrándome con la vida de mi vida, y disfrutando de ese encuentro, soy más consciente de lo poco que necesitamos para tenerlo todo, y de lo mucho que nos complicamos la vida para no tener casi nada, para alejarnos de lo que tanto estamos buscando. Deberíamos «escuchar» más a menudo nuestro silencio para caminar hacia el descubrimiento de nuestra verdad, y poder ir llenando de vida cada día de nuestra existencia, empezando por este día en el que nos encontramos, y sin agobiarnos ya consigamos más o menos, porque lo importante es ser conscientes del regalo de la vida que recibimos, y sencillamente vivir. 12

11 LA COMUNICACIÓN Y EL ENTENDIMIENTO El amor es la más bella y enriquecedora manera de comunicarse y de entenderse. Por qué, en no pocas ocasiones, nos cuesta tanto entendernos los unos con los otros?; por qué tantos matrimonios y tantas familias rotas?; por qué tanta falta de comunicación entre los pueblos y las naciones?; no somos seres racionales, dotados de inteligencia?; porque, si realmente es así, y es así, cómo es que en muchísimas ocasiones no somos capaces de dialogar, no para imponer nada, sino para llegar a un acuerdo en el que todos salgamos beneficiados?; porque, de no ser así, dónde está nuestro intelecto, y la capacidad humana de la que tanto presumimos? A veces, tengo muchas dudas sobre el grado de inteligencia de los seres humanos. A lo largo de nuestra vida, y de alguna manera, todos somos testigos o conocemos matrimonios que se separan, familias que se rompen, de enfrentamientos entre hermanos, entre los vecinos, entre los pueblos y las naciones; y, por desgracia, hay demasiados enfrentamientos entre padres e hijos e hijos y padres. Y, en lo que respecta a las ideologías tanto políticas como religiosas, son muchos los enfrentamientos y no pocas las guerras 13

12 que han generado a lo largo de los tiempos, y siguen haciéndolo, porque no somos capaces de aprender. Pero qué es lo que le pasa al hombre, a ese hombre que presume de grandes avances, y de tener tanto poder?; pues que quizás esté malgastando gran parte de ese poder cuando al utilizarlo prescinde de la sabiduría. Además, por qué perdemos tanto tiempo en ser lo que no somos, y comportarnos como no queremos?; y por qué queriendo tener tanto, e incluso teniendo tanto, nos sentimos tan insatisfechos y tan vacíos? Que cada uno busque las respuestas en sí mismo, en su interior, aunque es posible que estemos tan ocupados, tan lejos de nosotros mismos, de nuestra verdad, que no seamos capaces de encontrarnos con la luz de nuestro corazón, con el verdadero sentido de nuestro vivir, y de por qué estamos aquí. Hemos llegado a la luna, e incluso podremos ir más allá, pero lo cierto es que cada día nos cuesta más entendernos con quien tenemos a nuestro lado. Por qué? Da la impresión de que, cuanto más conocemos el exterior, cuanto más avanzamos científica y tecnológicamente, más retrocedemos en nuestro propio conocimiento y más nos ignoramos a nosotros mismos. Sin duda, es necesario, bueno e inevitable ir avanzando y progresando, pero deberíamos tener más en cuenta a la sabiduría, para que los hombres y las mujeres responsables de aplicar todo ese progreso en nuestro mundo se esforzasen más para beneficiar al mayor número de personas, para así facilitar la comunicación y la convivencia de unas personas con otras, y entre los pueblos y las naciones. Deberíamos reflexionar, y hacerlo de verdad y a menudo, porque, debido a algunos de los avances, nunca hemos estado tan cerca los unos de los otros, y al mismo tiempo tan distantes; 14

13 y nunca nos hemos comunicado tanto, y nos hemos dicho tan poco. La comunicación y saber escuchar son una premisa básica y muy importante para facilitar la estabilidad en cualquier tipo de convivencia, pero no lo es menos el contenido de esa comunicación, y de cómo lo hacemos. Yo quiero confesar que me falta mucho por aprender para saber escuchar, y que es una lección que suspendo muy a menudo, pero también quiero manifestar que me esfuerzo por mejorar, y algo voy logrando; es más, es uno de los propósitos de mi decálogo, que cada noche y cada día me recuerdo a mí mismo, y la verdad es que, con solo intentarlo, me siento mejor. En muchísimas ocasiones, y ello aunque los demás no lo vean así, es mucho más importante el esfuerzo realizado, siendo conscientes de ello, que el objetivo alcanzado. La comunicación, sin ser pesada, debe ser fluida y respetuosa, para evitar que el silencio prolongado y la falta de entendimiento faciliten la aparición de esas barreras invisibles, pero reales, que nos distancian y que tanto daño pueden llegar a hacernos. Comunicarnos y saber escuchar no resulta nada fácil en ningún tipo de convivencia, sobre todo en la que se prolonga durante años, porque somos humanos, y porque el análisis de cualquier realidad tiene muchos puntos de vista y muy variadas interpretaciones, por lo que los roces en algunas ocasiones son inevitables. Pero, si esos roces nos llevan al acaloramiento, todos deberíamos ser suficientemente prudentes para, en esas circunstancias y si no conseguimos relajarnos, evitar una reacción irresponsable, que nos puede conducir a decir o a hacer algo de lo que más tarde tendremos que arrepentirnos, y también pedir perdón. 15