CAPÍTULO EL CLIMA EN LA REGIÓN DEL BÍO BÍO. Autor. Isaac Maldonado I. Ingeniero Agrónomo, M.Sc. Departamento de Recursos Naturales INIA - Quilamapu

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1 CAPÍTULO 2 EL CLIMA EN LA REGIÓN DEL BÍO BÍO Autor Isaac Maldonado I. Ingeniero Agrónomo, M.Sc. Departamento de Recursos Naturales INIA - Quilamapu Carlos Ruiz S. Ingeniero Agrónomo, D.E.A. Departamento de Economía INIA - Quilamapu 31

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3 2.1 INTRODUCCIÓN El comportamiento de las variables meteorológicas durante las últimas décadas en la Región del Bío-Bío muestra la presencia de emergencias climáticas por concepto de sequías, temporales y heladas. Las emergencias climáticas corresponden a un desfase intenso de las condiciones meteorológicas de una determinada área geográfica respecto de las condiciones definidas para un año considerado normal. En el sector agrícola siempre se ha requerido desarrollar estrategias que ayuden a enfrentar las condiciones climáticas desfavorables que pueden afectar a las plantas o animales durante sus diferentes etapas de desarrollo, las cuales dependiendo de la especie normalmente tienen diferentes umbrales de exigencia para temperatura, humedad, requerimientos de radiación, entre otros. Es importante resaltar que si bien la observación diaria realizada en el campo es necesaria e importante, es fundamental contar con instrumentos que ayuden a estandarizar las mediciones eliminando el error que se comete con la estimación de las condiciones climáticas basada sólo en apreciaciones personales. La medición de las distintas variables climáticas se hace en una Estación Meteorológica (Foto 2.1). En la actualidad se dispone de Estaciones Meteorológicas Automáticas (EMA s), las que mediante el uso de un equipo computarizado y sus correspondientes sensores electrónicos, registran de forma automática, sistemática y programada los datos meteorológicos. Es importante resaltar que en la actualidad el mercado ofrece una gran variedad de estos equipos con diferentes precios y capacidades. 33

4 El monitoreo y posterior análisis de las variables climáticas en períodos de emergencia es una modalidad de trabajo que ayuda a entender y diseñar posibles escenarios, respecto de los cuales se pueden preparar e implementar acciones o medidas que mitiguen sus efectos en la o las actividades que interesa proteger. 2.2 EL CLIMA En Chile existen distintas instituciones que disponen de estaciones meteorológicas, entre las que está la Dirección Meteorológica de Chile, el INIA, las Universidades, organizaciones de productores, y actualmente se está construyendo una red nacional que permitirá monitorear de mejor forma el comportamiento del clima para pronosticar fenómenos como sequía, inundaciones, y heladas. Gracias al avance de las comunicaciones hoy se están construyendo redes agrometeorológicas que permiten obtener los datos que genera una EMA en tiempo real, lo que significa que es posible disponer al instante de los datos, además al disponer de computadores es factible procesar dichos datos en forma automática para que finalmente queden disponibles para los productores en una página WEB, enviarlos mediante un correo electrónico o despacharlos directamente a un teléfono celular mediante un sistema de mensajería corta, con la única finalidad que esta información pueda incluirse en la gestión diaria del predio. Las emergencias climáticas que más preocupan en la agricultura son las sequías, los temporales y las heladas. En este artículo se analizan las sequías, los temporales de lluvia y se entregan antecedentes de los factores que predisponen a la ocurrencia de heladas, este último tema, sus causas y control, es tratado en el Capítulo 4 de este boletín. 34

5 Foto 2.1. Estación meteorológica automática ubicada en San José de Ninhue. 2.3 LAS LLUVIAS Se denominan también precipitaciones y se refiere a la cantidad de agua caída que proviene de la lluvia, se mide en milímetros (mm). Chile dispone de registros de precipitaciones de un gran número de años, lo que permite monitorear la cantidad de agua caída en un día, mes, o año. Asimismo, con 30 o más años de datos se puede definir las condiciones propias de un año normal, información que es muy valiosa para determinar déficit o superávit de precipitaciones. En caso de déficit podemos hablar de: 35

6 Sequía. De acuerdo a lo señalado por la Organización Meteorológica Mundial se está en condiciones de sequía cuando la precipitación anual es inferior al 60% de un año normal durante un período de a lo menos 2 años y afecta a más del 50% de la superficie de la región, por lo tanto para declarar una zona en condición de sequía se requiere de un estudio previo respecto de las condiciones climatológicas que la afectan. Sequía agrícola. Ocurre cuando la cantidad de precipitación, su distribución, las reservas de agua en el suelo y las pérdidas debido a la evapotranspiración, se combinan para causar disminuciones considerables en el rendimiento de los cultivos y el ganado. Con datos históricos proporcionados por la Dirección Meteorológica de Chile, en la Figura 2.1 se muestra la información de pluviometría anual promedio de los años que se identificaron como años de sequía para diferentes localidades de Chile. Estos años fueron 1924, 1968, 1988, 1998, y 2007, y en todos ellos los eventos de sequía significaron una reducción de la pluviometría en magnitudes iguales o inferiores al 50% respecto de un año considerado normal. 36

7 Figura 2.1. Precipitación anual de los años más secos en Chile. Fuente: Elaborado por el autor con datos de la Dirección Meteorológica de Chile (2008). El año más seco del que se tiene registro, desde La Serena al sur, es Por ejemplo, en la sequía del 2007, en Chillán se alcanzaron precipitaciones cercanas a los 800 mm, que fueron prácticamente 100% superiores a las lluvias de Si bien es importante cuantificar la reducción de la cantidad total de agua caída en la actividad del sector silvoagropecuario, la distribución de las lluvias es un elemento de igual o mayor importancia en su resultado productivo, especialmente para la agricultura que se desarrolla en las zonas de secano. Distribución anual de lluvias Los registros permiten comparar las precipitaciones reales de un mes dado con la precipitación considerada normal para dicho mes. 37

8 En el Cuadro 2.1 se entrega información de precipitación mensual real y normal para tres localidades de la Región del Bío-Bío y la localidad de Cauquenes en la Región del Maule. En el Cuadro 2.1 se observa para Los Ángeles, Chillán, Cañete y Cauquenes que durante los últimos meses del año 2007 y los primeros del año 2008, la lluvia registrada mensual y acumulada fue diferente, como así también las precipitaciones normales por localidad. Se observa que desde septiembre 2007 hasta marzo 2008 las precipitaciones fueron sostenidamente inferiores a un año normal, salvo en la localidad de Cauquenes, donde en el mes de diciembre llovieron 2 mm más que un año normal. Estos antecedentes muestran cómo se desarrolló la sequía en esas localidades durante la temporada En la Figura 2.2 se ilustra la misma información del Cuadro 2.1 para la localidad de Los Ángeles, donde se observa a través de los 38

9 meses una disminución paulatina de las precipitaciones en relación al respectivo mes normal. Figura 2.2. Precipitación mensual (mm) y normal para Los Ángeles, Región del Bío-Bío. Septiembre 2007 a marzo Necesidades de agua de las plantas La cantidad de agua removida desde el suelo por concepto de evaporación directa más el agua transpirada por la planta que se conoce como evapotranspiración, es el agua que debe ser repuesta periódicamente para permitir el desarrollo normal del cultivo y no dañar el potencial productivo de las plantas. Diversas metodologías se han propuesto para determinar esta cantidad de agua, la cual variará según las condiciones climáticas, el tipo y estado de desarrollo del cultivo y la disponibilidad de agua del suelo. La evapotranspiración (Cuadro 2.2) para Los Ángeles, Cañete y Cauquenes es sistemáticamente superior desde septiembre

10 a marzo 2008, en cambio en Chillán en septiembre de 2007 fue inferior a la evapotranspiración normal. A modo de ejemplo se ilustra la magnitud de la evapotranspiración en los meses indicados para la localidad de Los Ángeles (Figura 2.3). Figura 2.3. Evapotranspiración mensual y de un año normal para Los Ángeles, Región del Bío-Bío. Septiembre 2007 a marzo

11 Aguas lluvias y demanda de las plantas Al hacer el balance entre precipitación y evapotranspiración para un año normal (Cuadro 2.3) se observa que la evapotranspiración comienza a ser superior al aporte de la lluvia a partir del mes de noviembre en Los Ángeles y Cañete, a partir de octubre en Chillán y desde septiembre en Cauquenes. Al observar los datos de precipitación y evapotranspiración para el período de sequía que va desde septiembre de 2007 a marzo de 2008 (Figura 2.4), la evapotranspiración fue superior al aporte de las lluvias desde el mes de septiembre en todas las localidades, a excepción de Chillán que empieza a manifestarse desde el mes de octubre. 41

12 Figura 2.4. Curvas de evapotranspiración y precipitación reales y de un año normal para Los Ángeles, Región del Bío-Bío. Septiembre 2007 a marzo Para la localidad de Los Ángeles la evapotranspiración fue sostenidamente más alta en el período que hemos denominado de emergencia climática , respecto de la de un año normal. Asimismo, las precipitaciones fueron sostenidamente más bajas que las de un año normal. La diferencia entre ambas curvas es el déficit de agua, el cual de no ser repuesto por medio del riego, significará una restricción para el desarrollo y la producción normal de las plantas sometidas a esa condición. Régimen de lluvias en la Región del Bío-Bío Las lluvias en Chile Central y en la Región del Bío-Bío son casi exclusivamente invernales y presentan variaciones de un año a otro, 42

13 con sequías intensas e inundaciones frecuentes. En Chile (Ortlieb, 1994) desde el año 1574 hasta el año 1992 se registraron 108 años con inundaciones en algún lugar de Chile Central, es decir, este fenómeno ocurre en promedio en el país cada 4 años. Para visualizar mejor el comportamiento de la lluvia, en el Cuadro 2.4 se presentan los datos del mes de julio del período 2000 al 2007, en cinco localidades de la Región del Bío-Bío, se incluyen el número total de días con lluvia y su distribución según rangos de lluvia total caída. 2.4 HELADAS Los seres vivos requieren de ciertas condiciones ambientales para desarrollar sus procesos vitales con normalidad, una variable meteorológica que tiene gran relevancia en este aspecto es la 43

14 temperatura, la cual dependiendo de la especie puede generar daños importantes. Un caso habitual y conocido por los agricultores es cuando la temperatura desciende por debajo de 0 ºC. Esta temperatura es crítica para la integridad de los tejidos vegetales, los que pueden ser dañados severamente por la formación de cristales cuando el agua se congela, actuando como verdaderos cuchillos que rebanan el interior de las células, provocando su destrucción y la consecuente muerte del tejido, este fenómeno se conoce como daño por heladas. Se estima que cada año entre 5% y 15% de la producción mundial se daña por las heladas. En Chile no existen datos precisos sobre las pérdidas totales que este fenómeno puede producir, pero es evidente que a nivel de un productor la disminución de producción puede llegar a ser muy importante, alcanzando en algunos casos al 100% de pérdida. Un daño de esa magnitud es raro, pero daños inferiores son frecuentes. Desde el punto de vista de emergencia climática su fecha de ocurrencia, frecuencia e intensidad pueden determinar la ocurrencia de daños severos en el sector agrícola, particularmente en frutales y vides, donde el daño puede persistir por más de 1 año. Por ejemplo en la comuna de Portezuelo las heladas ocurren mayoritariamente entre los meses de mayo y junio, pero esta información puede ser considerada sólo una referencia porque la ocurrencia de una helada depende de muchos factores. Asimismo, el corto período de los que se disponen registros no permite asegurar que éstas no se produzcan más allá de los meses indicados. 44

15 En esta zona, las heladas en el mes de mayo (Figura 2.5) pueden causar daños muy severos a la producción de cultivos como olivos, que han estado aumentando su superficie plantada en la zona. Los antecedentes demuestran que la temperatura mínima registrada en la Estación Meteorológica de Portezuelo durante 8 años de observación ( ) fue de -5,6 C en el mes de mayo de Asimismo se demuestra que en el mismo período no ocurrió ninguna helada en los meses de octubre y noviembre; sin embargo, existen antecedentes, especialmente entre los viticultores, de la presencia cada ciertos años de la helada del 1 de noviembre. Figura 2.5. Temperatura mínima, máxima y promedio. Portezuelo Es importante resaltar el hecho que no sólo es importante la oportunidad en que ocurre una helada sino también su intensidad. 45

16 Por ejemplo, en vides puede causar daño a -3,5 C en yema hinchada, a -1,1 C en yemas en estado de algodón, -0,5 C en brotes hasta 15 cm, y a 0 C en brotes de más de 15 cm; por lo tanto, siempre se requiere analizar la intensidad de la helada junto al estado de desarrollo en que se encuentra la planta. Prevenir las emergencias por heladas obliga a planificar el establecimiento de cultivos en función de las condiciones agroclimáticas del área en la que se desea hacer la plantación, siendo necesario conocer el período libre de heladas, las fechas de mayor ocurrencia, las intensidades y frecuencias tanto de las heladas promedio como de las máximas registradas. Por otra parte será importante conocer con anticipación los períodos más sensibles a bajas temperaturas de la especie que se desea cultivar. Es conveniente utilizar la información que entregan los servicios meteorológicos sobre temperaturas mínimas y que se dan todos los días por la televisión. Esta información se puede obtener también por Internet. 2.5 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Las emergencias climáticas, sequías, temporales, y heladas, lejos de ser fenómenos extraños ocurren con cierta frecuencia, incluso se han acentuado durante estos últimos años y seguramente se presentarán en el futuro con una frecuencia e intensidad difíciles de prever. Es necesario incentivar el uso de la información agrometeorológica como herramienta básica en la toma de decisiones, ya sea accediendo a los registros históricos existentes, además de buscar opciones que permitan monitorear las variables climáticas en los sectores donde se hace agricultura. 46

17 Un gran paso para mitigar el efecto de estas emergencias es tomar precauciones incorporando mayores medidas técnicas en la planificación de todas las actividades relacionadas con la agricultura, como las que se entregan en este boletín. 2.6 LITERATURA CITADA Avaria, S., J. Carrasco, J. Rutllant, y E. Yáñez (eds.) El Niño-La Niña Sus efectos en Chile. p Comité Oceanográfico Nacional (CONA), Valparaíso, Chile. Martínez, L., A. Ibacache, y L. Rojas Efectos de las heladas en la agricultura. Boletín INIA N 165. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Centro Regional de Investigación Intihuasi, La Serena, Chile. Novoa, R. Las heladas en la agricultura. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Santiago, Chile. Disponible en posters/poster012rns.pdf Ortlieb, L Las mayores precipitaciones históricas en Chile central y la cronología de eventos ENOS en los siglos XVI-XIX. Revista Chilena de Historia Natural 67:

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