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3 América Latina avanza en la protección de sus trabajadoras Viernes, 13 de Mayo de 2005 TRABAJO DE MUJER. Economía y Negocios, El Mercurio BERNARDITA AGUIRRE PASCAL En Argentina hay fuero de 9 meses para las que se casan, en Ecuador la guardería se asigna a hombres y mujeres. Así camina la protección laboral latinoamericana. Ecuador es el país que mejor garantiza en América Latina el trabajo de la mujer, hasta el punto que reconoce en su Constitución como labor productiva el trabajo doméstico no remunerado. Incluso, en su legislación laboral refuerza la igualdad de sexos obligando a la contratación de un porcentaje mínimo de mujeres en todas las empresas. Parece el paraíso para la trabajadora, porque además en Ecuador las guarderías son obligatorias en todas las empresas con más de 50 trabajadores, varones o mujeres. Sin embargo, la licencia y el fuero maternal terminan a diez semanas del nacimiento. Aprendamos de los vecinos Chile, por su parte, es el país que por mayor plazo prohíbe el despido de la mujer embarazada y madre, extendiéndolo hasta 15 meses después de nacido el niño. En Argentina, en cambio, el fuero maternal se mantiene desde siete meses y medio antes y después del parto. Al otro lado de la cordillera, además, protegen del despido tres meses antes y seis después de que la empleada se casa. Uruguay cuenta en su legislación con disposiciones sumamente específicas de prohibición de convocatorias a empleos para un solo sexo, sanciona la discriminación basada en el sexo, pero no contempla la instalación de servicios de cuidado infantil vinculados al lugar de trabajo. Tres estudiosas del tema de mujer y trabajo, Laura Pautassi, Eleonor Faur y Natalia Gherardi, se propusieron comparar las leyes y la protección que se brinda a la trabajadora en seis países de Latinoamérica. Ecuador tiene en su legislación laboral acciones afirmativas, como la que obliga a la contratación de un porcentaje mínimo de mujeres en todas las empresas. Allá también las guarderías son obligatorias en todas las empresas donde haya más de 50 empleados y son un beneficio para hombres y mujeres. Uruguay tiene disposiciones sumamente específicas al prohibir empleos para un solo sexo y la sanción de discriminaciones basadas en el sexo. Argentina tiene fuero para las que se casan. Costa Rica prohíbe el trabajo nocturno femenino, con excepción de las que trabajan en casas. Premio queda vacante Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador y Uruguay, ninguno sale ganador, porque dependiendo por dónde se miren, los países han desarrollado sistemas legales que protegen a sus empleadas por una parte y las desprotegen por otra. Pero si hablamos de inserción laboral en sectores urbanos, ahí sí se puede hacer un ranking. El primer lugar lo ocupa El Salvador, con 47,1%; le sigue Uruguay, 42,4%; Argentina, 42,2%; Costa Rica, 39,5%; Ecuador, 38,4% y Chile, 38,3%. Somos los últimos, así lo estableció la Cepal en 2004, claro que los datos en el caso de Chile son de 2000 y últimamente ellas entran masivamente al empleo. Algunos se esfuerzan por suscribir cuanto acuerdo internacional existe o considerar en su Constitución el tema del trabajo femenino, pero como "del dicho al hecho hay mucho trecho", internamente no toman medidas o hacen leyes que prohíban la discriminación femenina, ayuden a las trabajadoras a desarrollar con éxito su doble rol de madre y empleada, o impulsan acciones afirmativas que las ayuden a insertarse en el mercado laboral. En América Latina, los países llevan a la práctica sus políticas a través de los planes de igualdad de oportunidades impulsados por las oficinas de la mujer. En Argentina se firmó el Pacto Federal del Trabajo, que consiste en un plan para la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres en el mundo laboral, que propone acciones para incorporar a la mujer al trabajo, promover su

4 formación profesional y técnica para diversificar sus opciones profesionales, además de impulsar la participación de las mujeres en la producción, estimular su capacidad emprendedora, difusión de los derechos de las trabajadoras y da perspectivas de conciliación de la vida familiar y laboral. Chile aprobó un plan de igualdad de oportunidades para asegurar el acceso equitativo de ambos sexos al des arrollo. Costa Rica tiene una ley de promoción de la igualdad social de la mujer y Ecuador, un plan de igualdad de oportunidades que propone objetivos estratégicos y acciones para superar las limitaciones que impiden a ellas participar en igualdad de condiciones en la vida económica, política, social y cultural. El Salvador suscribió la Política Nacional de la Mujer, que asume como prioritaria la situación de la trabajadora, y Uruguay no cuenta con un plan de igualdad de oportunidades y de trato, pero tiene el Instituto Nacional de la Familia y la Mujer, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura. Las legislaciones de los países analizados consideran a la trabajadora como parte del ámbito familiar. En ello, alude a su capacidad reproductiva, a la articulación entre empleo y familia y se concentra en referencias al período de gestación, alumbramiento y lactancia.

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