a región de montaña del sur de la Cuenca de su importancia biológica

Transcripción

1 Francisco J. Romero Alejandro Velázquez a región de montaña del sur de la Cuenca de México: una revisión de su importancia biológica

2 RESUMEN La región de montaña del sur de la Cuenca de México comprende una área de aproximadamente km' en donde se localizan extensas y discontinuas zonas boscosas correspondientes a los tipos de vegetación del Neotrópico Templado. Además presenta diversas áreas productivas agrícolas y pastoriles. La región se encuentra ubicada en el centro-sur del Eje Neovolcánico Transversal al sur de la ciudad más grande del mundo: la Ciudad de México. En consecuencia, su variabilidad orográfica producto de su intensa historia geológica, así como su posición geográfica, han permitido a través del tiempo la presencia de diversos biomas que albergan ca. 2 por ciento de la biodiversidad del mundo de especies tanto animales como vegetales. Durante los últimos años, no obstante, se ha hecho evidente la presencia humana reduciendo paulatinamente la riqueza biológica excepcional que aquí se encuentra. Pese a la problemática actual que enfrentan los recursos naturales en esta región, aún persisten un número importante de especies, algunas de las cuales adquieren mayor relevancia por su carácter de endémicas. Recientemente, la zona ha sido considerada como una de las áreas prioritarias para la conservación de un patrimonio único de biodiversidad para México. El presente capítulo provee un marco de referencia para comprender mejor este legado de biodiversidad y dar mayor énfasis a las acciones de conservación que se están llevando a cabo en la región. 40

3 MÉXICO COMO UN PAÍS MEGADIVERSO %xico es uno de los tres paises con mayor diversidad biológica en el mundo, ya que se estima que más del 12 por ciento de la biota del planeta está contenida en su territorio de ca. dos millones de km' (Mittermeier, 1988; Toledo, 1988). Así por ejemplo, cuenta con el por ciento de las plantas (descritas) que existen actualmente en el mundo sumando un total de especies, donde 220 familias, géneros y especies son plantas vasculares, constituyendo la flora fanerogámica del país (Toledo, 1988; Rzedowski, 1993). En México se distribuye alrededor del 10 por ciento de la mastofauna y la avifauna del planeta con 450 y cerca de especies respectivamente (Nature Conservancy Data Bank, citado en Toledo y Ordoñez, 1993), lo que representa casi el doble de la avifauna de Canadá y Estados Unidos juntos, a pesar de que en conjunto suman alrededor de seis veces más la extensión de México (Escalante et al., 1993). Además, en el territorio nacional existen 693 especies de reptiles y 285 especies de anfibios equivalentes al y 7.10 por ciento respectivamente de la herpetofauna mundial, lo que representa una riqueza excepcional, ya que ningún país del mundo con la misma superficie posee una diversidad herpetofaunística de tal magnitud (Flores-V illela, 1993). De acuerdo con Mittermeier (1988), México es uno de los siete países megadiversos del planeta precedido por Brasil y Colombia, siguiéndole en orden de importancia Indonesia, Madagascar, Zaire y Australia. De esta manera, México ocupa el primer lugar a nivel mundial en términos de su número en especies de reptiles (Flores- Villela, 1993) y posiblemente de mamíferos (compárese, por ejemplo, los números en Eisenberg, 1981). Es excepcionalmente rico en plantas vasculares sobrepasando al número registrado para la ex-unión Soviética (con una superficie 11 veces mayor que México; Toledo, 1988; Flores-Villela y Gerez, 1994), y en 41

4 42 Biodiversidad de la Cuenca de México ese mismo sentido, también lo es respecto a pastos marinos (Lot, 1971) y musgos con especies (Delgadillo, 1993). Esta alta riqueza biológica no se encuentra distribuida aleatoriamente en el territorio nacional ya que la región que compete a este libro representa una de las 155 áreas terrestres seleccionadas como prioritarias para la conservación de la biodiversidad de México. IMPORTANCIA DEL EJE NEOVOLCÁNICO TRANSVERSAL Y DE LA CUENCA DE MÉXICO Diversos autores atribuyen la alta riqueza de especies de México a la posición geográfica del país, su historia, variabilidad geológica, diversidad de climas y orografía (Ramamoorthy et al., 1993). De todas las regiones biológicas en que México está dividido, el Eje Neovolcánico Transversal es una de las zonas más importantes por la biodiversidad que alberga. Esta Provincia Morfotectónica atraviesa al país de costa a costa por su parte central entre el Golfo de México al este y el Océano Pacífico al oeste, entre los paralelos 17 30'y 20 25' de latitud norte y los meridianos 96 20'y ' de longitud oeste (Ferrusquía-Villafranca, 1993). Junto con la Sierra Madre del Sur, el Eje Neovolcánico Transversal es uno de los principales centros de endemismos y riqueza de especies de algunos grupos de organismos que se encuentran en el país (mamíferos: Fa y Morales,1993; Asteracea: Turner y Nesom, 1993; encinos: Nixon, 1993; y algunos grupos de plantas: Rzedowski, 1991, 1993). Desde antes de mediados del presente siglo, esta provincia ya era considerada de gran importancia biológica, como lo hicieron notar Smith (1940) al describir la Sierra del Anáhuac, y Moore (1945) y Goldman y Moore (1946) al describir la Provincia Biótica Volcánico-Transversal, quienes la representan como una área de alta riqueza de especies y excepcional en cuanto a endemismos. El Eje Neovolcánico Transversal es la zona de contacto y transición de las dos regiones biogeográficas del Continente Americano: Neártica y Neotropical (Ceballos y Galindo, 1984). Su compleja topografía, variabilidad de altitudes y climas, aunado a la posición geográfica del país y su historia geológica, provee un mosaico de ambientes, hábitat y microhábitat con elementos de insularización para un importante número de espe-

5 La región de montaña del sur de la Cuenca de México 43 cies sedentarias y migratorias siendo así responsable de un intrincado patrón de distribución de especies (Rzedowski y Rzedowski, 1989; Fa, 1989). Así por ejemplo, del total de marníferos conocidos en México, el 50 por ciento habita en el Eje Neovolcánico Transversal, representando en éste el 72 por ciento de los géneros, el 79 por ciento de familias y el 90 por ciento de los órdenes de mamíferos de México (Fa, 1989). Hacia el centro-sur de esta Provincia y con las mismas características generales aquí mencionadas, es donde se localiza la Cuenca de México que inherentemente representa una gran importancia en cuanto a riqueza de especies se refiere. Las características que ésta posee no sólo han permitido una gran diversidad de flora y fauna sino también han ofrecido condiciones favorables para el establecimiento de asentamientos humanos por más de años (Ceballos y Galindo, 1984). Se estima que alrededor del 2 por ciento de la biodiversidad global del planeta se alberga dentro de la Cuenca de México, lo cual se aproxima, por citar un ejemplo, a alrededor de La diversidad biológica de la región de montaña del sur de la Cuenca de México ha sido objeto de inspiración de múltiples naturalistas (v. gr. Gerardo Murillo, conocido también corno Dr. Atl), zoólogos pioneros (v. gr. Dr. Merriam) y más recientemente, de botánicos prestigiados (v. gr. Dr. Rzeda-ski). Las masas forestales, los matorrales y pastizales parecen recostarse como sabanas sobre las caprichosas formas del paisaje geomorfológico, resultado de una larga y dinámica historia geológica. La Cruz del Marqués, ciara del Volcán Ajusco, ilustra este escenario que ha cautivado a miles de observadores. El estudio de dicha complejidad biológica se esboza en el presente capítulo, donde las casi mil especies de plantas y sus diversas faunas asociadas dan cuenta del legado majestuoso que rodea a la metrópolis más grande del mundo: la Ciudad de México.

6 44 Biodiversidad de la Cuenca de México REGIONES PRIORITARIAS PARA LA CONSERVACIÓN (CONABIO/PRONATURA/W WP/FMCN/USAID/TN(:/INF.) Figura 1.1 Ubicación de las 155 áreas terrestres prioritarias para la conservación de la biodiversidad en México. La porción sur de la Cuenca de México y las zonas boscosas vecinas están representadas aquí corno la zona námero 117 (Fuente: Conabio, 1991). especies de plantas vasculares (Rzedowski y Rzedowski, 1989) y unas 350 especies de vertebrados terrestres (Ceballos y Galindo, 1984; Flores-Villela, 1993). No debe olvidarse que este acervo biológico convive con más de 20 millones de humanos que habitan en la zona metropolitana de la Ciudad de México y sus alrededores. Sin embargo, de las cifras anteriores se desprende el hecho que una proporción importante de las especies se encuentre en alguna de las categorías de riesgo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IU(-N). Para ilustrar esto, se calcula que unas 220 especies de plantas vasculares y ca. 30 especies de vertebrados son autóctonos del lugar y en consecuencia muchas de éstas están al borde de la extinción (Rzedowski y Rzedowski, 1989; Baillie y Goombridge, 1996). Debido a estas condiciones, actualmente la Cuenca de México, y particularmente el sur de la Ciudad de México, está con-

7 siderada como una de las regiones prioritarias de los Programas de Desarrollo Regional Sustentable (Proders) de la Secretaría del Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca (Semarnap). Durante 1996 se reunieron alrededor de 30 biólogos expertos para seleccionar de manera conjunta las principales áreas de importancia biológica del país. De esta reunión se destacó la relevancia del sur de la Cuenca de México por su alta riqueza biológica y se consideró como una área prioritaria de conservación (Figura 1.1). La r-c ión de montaira del sur de L, Cuenca de :ilé.^ico 45 DELIMITACIÓN E IMPORTANCIA BIOLÓGICA DE LA REGIÓN DE MONTAÑA DEL SUR DE LA CUENCA DE MÉXICO La Cuenca de México está ubicada hacia el centro de la República Mexicana entre los paralelos 19 00' y 19 14' de latitud norte y los meridianos 99 00' y 99 20' de longitud oeste. Esta zona contiene áreas boscosas de filiación templada que han quedado limitadas al norte por la Ciudad de México, al sur por vías de comunicación entre la Cuenca de México y el Valle de Cuernavaca, al este por el Valle de Juchitepec y al oeste por el Valle de 'lóluca. Se constituye por las Sierras del Ajusco y del Chichinautzin, así como la Sierra Lagunas de Zempoala, Sierra de Las Cruces y Sistema Cadena, entre las más importantes. Políticamente comprende áreas naturales en las elevaciones volcánicas de los Estados de México y Morelos, y principalmente del Distrito Federal, alcanzando una superficie de aproximadamente km= (Figura 1.2). Desde tiempos remotos, la Cuenca de México ha sido una de las regiones más pobladas del país y actualmente la más poblada del mundo. En este contexto, las actividades humanas han repercutido de diferentes maneras en las áreas silvestres y particularmente en la flora y fauna de la región. En la actualidad, aunque existen áreas relativamente bien conservadas, en gene- Son innumerables los bienes y servicios que se obtienen del binomio hombre-naturaleza. No obstante, este equilibrio tiende a perderse por las diversas actividades que el hombre realiza, ya que reemplaza, transforma y deteriora la naturaleza en aras del desarrollo urbano. Los cauces permanentes de agua superficial han sido testigos de esta transformación que día a día los hace extintos de los lugares a los que una vez fueron fieles. Actualmente es grande la demanda e insuficiente la oferta del agua en la Ciudad de México, y de no proteger la cubierta vegetal original de la región, se perderá la mejor forma de obtención de este preciado líquido que nos brinda la naturaleza deforma gratuita.

8 46 Biodiuersidad de la Cuenca de México ral es deplorable la situación de los recursos naturales que aquí se localizan, donde algunas poblaciones de animales y plantas se encuentran restringidas a bosques relictos de áreas naturales más extensas, presentando un panorama poco alentador debido a la frágil situación por la que atraviesan algunas de estas especies (Ceballos y Galindo, 1984; Hoth et al., 1987). Figura 1.2 (página opuesta) Ubicación de la región de montaña del sur de la Cuenca de México donde se incluyen las principales vías de acceso. Esta región aún conserva un alto porcentaje de su cobertura vegetal original, como se observa en esta imagen de satélite (Landsat 7;J 1993, corregida y con clasificación no supervisada; fuente: Palma, El acelerado cambio del uso del suelo entre 1985 y 1993 fue la razón para dar inicio a la elaboración de este libro. Estudios recientes han demostrado que las zonas montañosas que rodean a la Cuenca de México albergan alrededor de 325 especies de plantas y animales endémicas (Rzedowski y Rzedowski, 1989). Esto quiere decir que cerca del 2 por ciento del germoplasma mundial se restringe a esta zona. Algunas especies como el tlalcoyote (Taxiclea taxus), la zorra (Uroeyon cinereoargenteus), el gato montés (Lynx rufüs), el puma (Puma concolor) y el venado cola blanca (O(Iocoileus virginianus), así como otras de aves (v. gr., la gallina de monte Dendrortyx macroura), reptiles (v. gr., la vívora de cascabel Crotalus transversus) y plantas (v. gr., la megarroseta Furcraea hendinghausii) están seriamente amenazadas con desaparecer de la región, y este aspecto se torna más preocupante debido al alto porcentaje de endemismos que aquí ocurren. Entre las especies endémicas se pueden mencionar algunas como el conejo zacatuche (Romerolagus diazi), una tuza del género Cratogeomys, varias especies de lagartijas del género Scelophorus, el gorrión serrano (Xenospiza baileyi) y las colonias de la megarroseta Furcraea bendinghausii, entre otras, las cuales están al borde de la extinción ya que su distribución biogeográfica a nivel específico está restringida a la región de montaña del sur de la Cuenca de México. La región en general ha sido considerada como una provincia zoológica debido a que posee elementos ecológicos particulares donde se estima que esta región alberga un total del 30 por ciento de la mastofauna del país, y que al menos un 10 por ciento de la avifauna de México está representada aquí. Esta zona, además, constituye la principal fuente de recarga de los mantos acuíferos de la Cuenca de México proporcionando una fuente de recursos, entre ellos los alimenticios, donde destacan los cereales y diversos productos de origen animal, así corno recursos forestales diversificados, brindando una gama de bienes y servicios a los habitantes rurales de la localidad, así como a los de la gran Ciudad de México. Se calcula que el 75 por ciento del agua que se consume en esta metrópoli depende de la recarga de los mantos acuíferos de las zonas boscosas que la rodean.

9 SIMBOLOGÍA Parques Nacionales: A. M. Hidalgo "La Marquesa" B. Desierto de los Leones C. Ajusco D. Lagunas de Zempoala E. El Tepozteco Reservas Forestales: F. Volcán Pelado G. Volcán Tláloc Ja, Zonas núcleo del Corredor Biológico Ajusco-Chichinautzin H. Chalchihuites 1. Chichinautzin-Quiahustepec J. Las Mariposas Sistema de Proyección: Esferoide de Clarke 1866 Proyección U.T.M. Zona 14 Datum horizontal NAD27 (México) Fuente original: imagen Landsat TM Cortesía: Instituto de Geografía, UNAM Fecha de toma: octubre de m 21 i l, ^ U (ÑL^/ivIYL illl`^ Y. A.{ Y g D.R 1, ', 1999 Mardocheo Palma

10 La región de montaña del sur de la Cuenca de México 47 En un contexto más amplio, la región alberga una alta diversidad (biótica y abiótica) que se traduce en múltiples recursos que son el resultado evolutivo de miles de años. En más de una decena de citas se ha enfatizado la importancia de la región de montaña del sur de la Cuenca de México desde una perspectiva biogeográfica (cfr. Rojas, 1951; Barrera, 1968; Rzedowski, 1978; Velázquez, 1993). Los diversos eventos como los movimientos tectónicos y el vulcanismo, así como los procesos de dispersión y de aislamiento en su conjunto, son los que explican mejor la importancia que se le atribuye a esta región. Todos los autores coinciden en tres aspectos fundamentales: (1) la región alberga una alta diversidad biótica, principalmente de especies y géneros, de los cuales cerca del 10 por ciento del total son endémicos; (2) existe un alto y acelerado proceso de empobrecimiento biológico producto de las intensas actividades humanas y (3) es una área prioritaria para elevar el nivel de vida de los casi 35 millones de personas que viven en las poblaciones circundantes (v. gr. Ciudad de México, Ciudad de Toluca, Ciudad de Cuernavaca y poblados rurales). Hacer coincidir los diversos intereses (aprovechamiento y conservación) es una tarea ardua. Recientemente se conformó el Consejo Técnico Consultivo Forestal del Distrito Federal impulsado por la Dirección General de Programas Regionales de la Semarnap. Este busca integrar los esfuerzos individuales para generar una propuesta común de ordenamiento del territorio que atañe a este libro. Uno de los principales fundamentos es lograr conciliar el desarrollo económico para los habitantes de la región y la conservación de los recursos naturales. Pese al crecimiento anárquico y desmedido de las zonas urbanas durante los últimos 40 años (Velázquez, 1988), las investigaciones previas sobre flora y fauna se limitaron a listados taxonómicos en general, parciales sin un contexto geográfico y con la carencia de propuestas in situ. Hoy día la región experimenta un proceso de deterioro El volcán Pelado (arriba) es sin duda un magnifico ejemplo de la continua dinámica geológica de la región. Entre sus geoformas aún se aprecian a simple vista los derrames de lava recientes y sobre ellos la vegetación. Este marco de un medio físico heterogéneo ha permitido la evolución de numerosas formas biológicas únicas de la región. Entre ellas destaca la palmita (Furcraea bedinghausii) especie que forma verdaderas colonias de clones e individuos agregados a los promontorios o frentes de lava donde las condiciones del suelo son peculiares (abajo). Debido a la exclusividad de sus componentes biológicos, estos paisajes son únicos e insustituibles.

11 48 Biodiversidad de la Cuenca de México progresivo como producto de fragmentación de hábitat, desforestación y erosión de suelos que repercuten en la productividad de la misma. Durante la última década se ha gestado un gran caudal de información nueva para la región. Sin embargo, la información aún se encuentra dispersa, carece de un análisis metodológico, es muy generalizada, en ocasiones especializada en extremo y sin fundamentos de validación. Por esto se hace necesario que los diferentes sectores sociales, preocupados por la problemática, puedan contar y disponer de la información existente. Los datos sobre biodiversidad que en este libro se presentan constituye una de las contribuciones a dicho plan de ordenamiento.