TÍTULO: El ahorro del agua. AUTOR: Mercedes García Sevillano AHORRO DEL AGUA

Transcripción

1 TÍTULO: El ahorro del agua AUTOR: Mercedes García Sevillano EL AHORRO DEL AGUA

2 INTRODUCCION Últimamente, en los medios de comunicación están proliferando expresiones que producen una cierta polémica, como las relativas al mercado y al precio del agua, a los bancos y bolsas del agua, a la flexibilización y cesión de derechos de concesiones, a la financiación privada de las obras hidráulicas, etc. El agua es un bien preciado y escaso que tenemos la responsabilidad de administrar, porque el agua -un bien de todos- es fuente de vida y de riqueza, pero también es indispensable para el desarrollo humano (socioeconómico). Por eso debemos racionalizar su uso. Eso significa buscar ese difícil equilibrio entre desarrollo y medio ambiente en el que todos estamos comprometidos e incluso apremiados por la legislación europea. Para racionalizar el uso del agua hay que acertar en su gestión. Tanto en lo que se refiere a los aspectos cuantitativos del recurso como a la mejora de su calidad y respeto al medio ambiente. Se sabe que racionalizar el uso del agua no es, únicamente, un problema económico. España tiene, dentro del concierto europeo, unas características peculiares relacionadas con su uso del agua y muy concretamente con su regadío y producción de energía hidroeléctrica. La racionalización de los usos del agua es uno de los contenidos necesarios de la planificación hidrológica fijados por la Ley de Aguas, en la que establece: La planificación hidrológica tendrá por objetivos generales conseguir la mejor satisfacción de las demandas de agua y equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial, incrementando las disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo y racionalizando sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás recursos naturales Una de las medidas de la planificación hidrológica son los programas de ahorro de agua y de mejora de la eficiencia en su empleo. También sus actuaciones van encaminadas a evitar el abuso del derecho en la utilización de las aguas y el desperdicio o mal uso de las mismas. Las principales causas de un consumo excesivo de agua son las siguientes: - Infraestructuras anticuadas o mal conservadas. - Sistemas de gestión y explotación obsoletos. - Procedimientos o hábitos de riego anticuados. - Falta de control de los caudales utilizados. Por lo tanto, los factores que inciden en las posibilidades de ahorro son las siguientes: - El grado de escasez del recurso es el que determina la predisposición al ahorro del agua por parte de los usuarios. Normalmente las zonas con escasez de recursos son más propensas a ahorrar agua que áreas excedentarias. - Las características técnicas de la infraestructura utilizada. Cuanto más antiguas sean éstas, mayores serán las perdidas del agua, y mayores también por lo tanto, las posibilidades de ahorrar agua mediante realización de planes de mejora. - El sistema tarifario utilizado. Si el precio del agua no es función del volumen utilizado, no se fomenta el ahorro de agua, antes bien al contrario, se incentivan posturas derrochadoras.

3 Aunque el contenido de un Programa de Ahorro de agua es variable según el uso a que esté destinada ( doméstico, industrial, regadío, etc.), todos ellos suelen perseguir unos objetivos comunes que se pueden concretar en los siguientes aspectos: - Minimizar el uso de los recursos hídricos. - Mantener la calidad y la regularidad del servicio tanto en el año actual como en el futuro. - Satisfacer las demandas previsibles en un futuro. - Asegurar el equilibrio económico y financiero de la empresa suministradora. Para lograr estos objetivos, se han de contemplar una serie de intervenciones, convenientemente articuladas entre sí, que favorezcan los cambios de hábito en los usos del agua, la mejora en la eficiencia de los recursos hídricos disponibles y la previsión de otros sistemas de explotación del recurso alternativos a los habituales. Hay unas medidas que están directamente encaminadas a lograr una disminución en los consumos de agua sin que medien intervenciones técnicas sobre los sistemas de suministro: - Concienciación ciudadana. Como por ejemplo campañas de información y promoción destinadas a dar a conocer el Programa y a promover el ahorro voluntario del agua. Estas actividades persiguen convencer a los usuarios que pueden obtener un mismo nivel de calidad de las actividades que realizan consumiendo menos agua. - Cursos de formación a los usuarios del agua. - Tarificación y contratación. Son actividades de modificación de la estructura actual de las tarifas que se cobran por el suministro de agua encaminadas a disuadir el despilfarro. Si el programa esta destinado a un uso agrícola del agua, se facturaría por m 3 realmente consumido en vez de un canon por superficie cultivada. En cuanto a los usos agrícolas hay unas medidas habituales en la eficiencia del regadío: En lo que se refiere a la eficiencia de la conducción: - Revestimiento de canales de tierra y estudio de nuevas secciones. - Rehabilitación de cajeros, solera y juntas. - Diseño, construcción de secciones hidráulicas para caudales acordes a los que hoy demanda el agricultor, evitándose pérdidas por desbordamiento. - Construcción de balsas de regulación. - Acondicionamiento y sustitución de obras singulares, especialmente de los sifones. Eficiencia de la distribución: - Conversión de las redes de distribución en tierra por redes de tuberías en baja presión, diseñando las mismas para grados de usos acordes con las demandas actuales y futuras de los regantes.

4 Como consecuencia de la gestión anteriormente citada nos encontramos con la que la eficiencia en el uso del agua es muy baja y existe una situación de explotación insostenible del recurso agua por la baja eficiencia en el uso del mismo, ya que en el 60% de la superficie de regadío se emplean técnicas que ya empleaban árabes y romanos (riego a manta o superficial) y el 40% de los recursos se pierden en las conducciones. Como se puede observar en estas fotos:

5 Las pérdidas en las conducciones, acequias, es una de las principales causas del actual despilfarro de un recurso tan escaso. La modernización de un regadío supone el replanteamiento del sistema de riego, considerando los aspectos económicos, sociales y agrícolas de la presente situación, a diferencia de la reconstrucción de la rehabilitación, que supone la simple sustitución de obras viejas por obras nuevas. La deficiencia de muchas zonas regables no es sólo debida a la falta de una mejor tecnología, sino a la ausencia de una adecuada gestión, junto con problemas sociales, políticos, económicos y humanos. Las medidas que debe contemplar un proyecto de modernización de regadíos son: - Organización de las Comunidades de Regantes. - Reconsideración de superficie regable. - Sustitución de cultivos. - Ordenación del riego. Sustitución del sistema de riego empleado.

6 Por lo tanto tenemos que conseguir un mejor uso racional del agua que compatibilice las necesidades humanas con la conservación de la naturaleza. El elevado volumen de agua consumido por la agricultura, y la notable diferencia entre unos sistemas de riego y otros, suponemos que la transformación de los sistemas de riego en varios cientos de miles de hectáreas produciría un ahorro considerable, especialmente en algunas zonas, generándose un volumen importante de agua, para poder emplear en otros fines. Si conseguimos realizar algunas de estas propuestas nos aseguraremos nuestro futuro, disponiendo cuando queramos de este recurso que a veces resulta difícil y escaso. BIBLIOGRAFÍA: - El agua, motor de desarrollo rural. II CONGRESO REGIONAL DEL AGUA Conferencia regional del agua. Jornada sobre modelos de gestión del agua