LECTIO DIVINA Tercer Domingo de Pascua Ciclo C Abril 14 de 2013 ESPÍRITU SANTO, ALMA DE MI ALMA

Transcripción

1 LECTIO DIVINA Tercer Domingo de Pascua Ciclo C Abril 14 de 2013 Tú, Señor, me salvaste de la muerte; me diste vida, me libraste de morir Salmos 30 (29), 3 PREPARACIÓN ESPIRITUAL ESPÍRITU SANTO, ALMA DE MI ALMA Espíritu Santo, eres el alma de mi alma, te adoro humildemente. Ilumíname, fortifícame, guíame, consuélame. Y en cuanto corresponde al plan eterno Padre Dios revélame tus deseos. Dame a conocer lo que el Amor eterno desea en mí. Dame a conocer lo que debo realizar. Dame a conocer lo que debo sufrir. Dame a conocer lo que con silenciosa modestia y en oración, debo aceptar, cargar y soportar. Sí, Espíritu Santo, dame a conocer tu voluntad y la voluntad del Padre. Pues toda mi vida no quiero ser otra cosa que un continuado perpetuo Sí a los deseos y al querer del eterno Padre Dios. TEXTO BÍBLICO: Juan 21, 1-19 (P. José Kentenich 1 ) Jesús se aparece a siete de sus discípulos 1 Después de esto, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos, a orillas del Lago de Tiberias. Sucedió de esta manera: 2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, al que llamaban el Gemelo, Natanael, que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús. 3 Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos contestaron: Nosotros también vamos contigo. 1 Qué son los Equipos de Nuestra Señora?:

2 Fueron, pues, y subieron a una barca; pero aquella noche no pescaron nada. 4 Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él. 5 Jesús les preguntó: Muchachos, no tienen pescado? Ellos le contestaron: No. 6 Jesús les dijo: Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán. Así lo hicieron, y después no podían sacar la red por los muchos pescados que tenía. 7 Entonces el discípulo a quien Jesús quería mucho, le dijo a Pedro: Es el Señor! Apenas oyó Simón Pedro que era el Señor, se vistió, porque estaba sin ropa, y se tiró al agua. 8 Los otros discípulos llegaron a la playa con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a cien metros escasos de la orilla. 9 Al bajar a tierra, encontraron un fuego encendido, con un pescado encima, y pan. 10 Jesús les dijo: Traigan algunos pescados de los que acaban de sacar. 11 Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red llena de grandes pescados, ciento cincuenta y tres; y aunque eran tantos, la red no se rompió. 12 Jesús les dijo: Vengan a desayunarse. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor. 13 Luego Jesús se acercó, tomó en sus manos el pan y se lo dio a ellos; y lo mismo hizo con el pescado. 14 Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado. Palabras de Jesús a Simón Pedro 15 Terminado el desayuno, Jesús le preguntó a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, me amas más que éstos? Pedro le contestó: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Cuida de mis corderos. 16 Volvió a preguntarle: Simón, hijo de Juan, me amas? Pedro le contestó: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Cuida de mis ovejas.

3 17 Por tercera vez le preguntó: Simón, hijo de Juan, me quieres? Pedro, triste porque le había preguntado por tercera vez si lo quería, le contestó: Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Cuida de mis ovejas. 18 Te aseguro que cuando eras más joven, te vestías para ir a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás los brazos y otro te vestirá, y te llevará a donde no quieras ir. 19 Al decir esto, Jesús estaba dando a entender de qué manera Pedro iba a morir y a glorificar con su muerte a Dios. Después le dijo: Sígueme! 1. LECTURA Qué dice el texto? P. Daniel Kerber Algunas consideraciones para una lectura provechosa En este domingo el evangelio nos presenta la tercera aparición de Jesús resucitado a sus discípulos y el encuentro que tiene con ellos a orillas del mar de Galilea. El texto tiene dos partes, la primera que describe el encuentro de Jesús con sus discípulos (vv. 1-14) y luego el diálogo de Jesús con Simón Pedro (vv ). En la primera escena, los discípulos están de vuelta en Galilea, luego de los acontecimientos de la pascua en Jerusalén. A pesar del encuentro con el resucitado el domingo de Resurrección, el relato nos muestra a los discípulos en sus actividades cotidianas: pescando; es en medio de estas actividades cotidianas que se va a hacer presente el Resucitado. Así como los sinópticos narran episodios de pescas milagrosas, también el cuarto evangelio, pero éste tiene particularidades específicas. Los discípulos no reconocen inmediatamente al Señor, porque al resucitado no se lo reconoce por los rasgos físicos, sino que hay algo más que es necesario para descubrir su presencia. Después de la indicación de Jesús de arrojar la red y de la pesca abundante, entonces el discípulo amado dice a Pedro: Es el Señor. El texto nos está diciendo que el que se sabe amado (el discípulo a quien Jesús quería) es el que está más preparado para reconocer al Señor cuando se manifiesta.

4 Cuando llegan a la orilla, la comida ya está servida (v.9.12) porque es el Señor el que toma la iniciativa de alimentar a sus discípulos. Allí, el evangelista agrega: Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «Quién eres tú?», porque sabían que era el Señor. El evangelio había comenzado con una pregunta dirigida al Bautista: tú quién eres? y él responde: yo no soy el Cristo (1,19s). La pregunta por la identidad, por la búsqueda del Cristo que abre el evangelio, se va desarrollando a lo largo de todo el escrito, para que cuando llega al final (estamos en el último capítulo del evangelio) el evangelista dice que ya no se atrevían a preguntarle tú, quién eres? porque sabían que era el Señor. A través de este abrazo entre la pregunta inicial y esta no pregunta final, el evangelista nos está indicando que quien hace el camino propuesto por el evangelio, llega al final con la certeza de la fe en Jesús, el Cristo. En la segunda escena tenemos el diálogo de Jesús con Simón Pedro. La triple pregunta de Jesús hace referencia a la triple negación de Pedro (cf. 13,38). Jesús sabe que Pedro lo ha negado, sin embargo le pregunta por el amor: me amas?. La respuesta de Pedro es sincera: sí, sabes que te quiero, Tú lo sabes todo, sabes que te quiero. Pedro sabe que ha negado al Señor, pero sabe también que lo quiere, porque el amor que el Señor pide, no es un amor sin ninguna caída, sino el amor que también sabe levantarse después de caer. Cuando Pedro responde, Jesús agrega: apacienta mis ovejas, es decir, cuida, alimenta a mis ovejas. El amor de Pedro se mostrará en cuidar de los otros, de los discípulos que el Señor irá atrayendo. Una vez más se ve la unión estrecha entre el amor al Señor: me amas? y el amor a los hermanos: cuida de mis ovejas. 2. MEDITACIÓN Qué me dice el Señor a mí en el texto? Tomemos como inicio de nuestra meditación con las palabras de San Agustín: Los que apacientan las ovejas de Cristo con la disposición de que sean suyas y no de Cristo demuestran que se aman a sí mismos y no a Cristo Pues qué significa: Me amas? Apacienta mis ovejas, sino lo siguiente: «Si me amas, no pienses en apacentarte a ti mismo, sino a mis ovejas; apaciéntalas como mías, no como tuyas; busca mi gloria en ellas, no la tuya; mi propiedad, no la tuya; mis intereses, y no los tuyos. Dedicando cada versículo a tu propia vida Qué te dicen los siguientes versículos?: Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán (v. 6) Traigan algunos pescados de los que acaban de sacar (v. 9).

5 me amas? (v. 16) Claves de Lectio Divina para Jóvenes 3. ORACIÓN Qué le respondo al Señor que me habla en el texto? Estamos en un tiempo especial, la alegría del resucitado restaura y fortifica nuestras vidas, por eso el día de hoy unámonos a la alegría de la iglesia que alaba a Dios porque Jesús verdaderamente ha resucitado. Jesús, estás vivo. Jesús, Tú has vencido a la muerte. Dios te resucitó y estás vivo entre nosotros. Ayúdanos a no olvidar que nada puede quitarnos la alegría, porque Tú estás vivo a nuestro lado durante todos los días de nuestra vida. Señor, llena nuestros corazones con la alegría de la Pascua. Danos la valentía necesaria para proclamar que estás vivo y resucitado. Haz que anunciemos la Buena Noticia de tu Resurrección a los que están tristes porque no saben CONTEMPLACIÓN Cómo hago propias en mi vida las enseñanzas del texto? Con el corazón lleno de amor por el Maestro, que se manifiesta para darte vida, dile ahora: Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero Cristo ha resucitado, Aleluya! 5. ACCIÓN A qué me comprometo para demostrar el cambio? 2 Oración inspirada en el libro escolar de oraciones Buenos días, Señor, editado por los Misioneros Claretianos de la Provincia Bética en 2007

6 El Señor nos muestra en el evangelio que su Palabra ha sido cumplida, ha resucitado y desea restaurar en nosotros ese primer amor, ese momento en que nos llamó por nuestro nombre y nos invitó a ser pescadores de hombres dejándolo todo. Lleva la Palabra a tu corazón y vida: Cómo puedo vencer el desánimo que me lleva a volver a mis viejos hábitos? Cómo puedo aprender a descubrir la presencia del Señor en mi vida diaria? Cómo puedo ser colaborador en la acción pastoral de la Iglesia? Tres veces consecutivas. Se le preguntaba a Pedro sobre el amor, y se le imponía una labor; porque cuanto mayor es el amor, tanto menor es la labor (San Agustín)